Cuándo cambiar de pala de pádel

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En todos los deportes hay un elemento que marca la diferencia y es el principal a la hora de practicar esa actividad. En el caso del pádel, sobra decir que ese elemento diferenciador es la pala de pádel.

En otro artículo ya tratamos los factores a tener en cuenta a la hora de elegir una pala, pero en este caso vamos a hablar sobre el momento en el que toca cambiarla.

Factores que influyen en la duración de tu pala

Existen una serie de factores que afectan directamente a la durabilidad de nuestra arma principal, la pala:

  • Tiempo de la pala (edad): evidentemente el paso de los años es un factor que impacta en las durabilidad y buen estado de los materiales. Con el tiempo, éstos van perdiendo sus propiedades y hace que vean mermadas sus prestaciones.
  • Ritmo/frecuencia de juego: un jugador que practique con mucha frecuencia, el desgaste de la pala se verá acelerado y con ello la vida útil de la pala. Del mismo modo, un jugador avanzado, que golpea la bola a velocidades mayores, castigará más los materiales y en consecuencia acortará su duración.
  • Características de la pala: una pala fabricada con materiales de alta calidad, llevará mejor el paso de los años y la frecuencia de juego. En general, las palas fabricadas con fibra de carbono son las que ofrecen mayor resistencia y, en consecuencia, una mayor durabilidad.
  • Cuidado de la pala: ¿cuántas veces hemos visto jugadores que golpean el núcleo de la pala con las rodillas? ¿o golpean el marco de la pala contra las paredes de la pista? Sobra decir, que todas estas actitudes hacen que la pala se estropee con mayor facilidad.
  • Condiciones meteorológicas: dejar la pala a altas temperaturas o en el exterior en zonas de alta humedad, nunca es buena idea.

¿Cómo alargar la vida de tu pala de pádel?

Ahora que ya conocemos los factores que impactan negativamente en la pala, vamos a hablar de cómo cuidarla y alargar su vida útil.

  • Protege la pala de condiciones meteorológicas extremas: evita dejar la pala en el coche o expuesta a altas temperaturas. Del mismo modo, en caso de lluvia no guardes la pala mojada. Te aconsejamos que tras jugar bajo la lluvia o humedad, seques la pala con una toalla.
  • Ponle un protector de marco: debido a las características del pádel, es muy común que durante el juego, la pala acabe llevándose más de un golpe contra las paredes. Para reducir los daños nuestro consejo es que le que pongas un protector al marco.
  • Utiliza un paletero: lleva la pala dentro de un paletero, o en su defecto, de una funda, así evitarás que se lleve más golpes de los necesarios cuando la transportes.

¿Ha llegado el momento de cambiar de pala?

La pala de pádel nos va dando señales de que sus prestaciones se han deteriorando, principalmente:

  • Desperfectos en el marco: en este punto no estamos hablando de simples raspones (muchas veces inevitables), sino de grietas en el marco que afectan al juego.
  • Núcleo hundido: ocurre con el paso del tiempo y tras golpear frecuentemente la pelota con potencia. El núcleo progresivamente se va hundiendo, la parte central de la pala se estrecha, y hace que perdamos potencia.
  • Vibraciones: este factor puede que no sea evidente a simple vista, pero si durante el juego notamos que la pala tiene más vibraciones de las habituales es un síntoma de que algo ha dejado de funcionar cómo debería.

Además de estos factores relacionados directamente con la pala, hay otro factor que nos puede llevar a cambiarla: nuestras ganas de jugar con una pala más avanzada. Con la evolución de nuestro juego, nos convertimos en más quisquillosos y buscamos una pala que nos dé mejores prestaciones. En muchas ocasiones, es éste último factor el que nos lleva a cambiar de pala.