Se ha hablado mucho sobre cómo afectan los materiales de una pala, su forma, su peso, o su balance al comportamiento en pista, pero hay un tema que muchas veces se pasa por alto y que es crucial en el juego: cómo afecta el clima y la situación geográfica al juego.
En este artículo, los chicos de Alkemia Padel, la nueva marca de palas 100% Made in Spain, nos lo explican con todo lujo de detalles.
Influencia del clima en el pádel
La principal diferencia entre jugar en invierno y jugar en verano es la temperatura: en invierno jugaremos con temperaturas más frías y en verano jugaremos con temperaturas más altas. Esto afecta en dos elementos del juego: la pelota de pádel y en la pala de pádel.
Influencia del clima en las pelotas de pádel
Las pelotas de pádel se rigen por la ley de los gases ideal: p*v = n*r*t, Donde P es la presión del gas, V es el volumen que ocupa, T es su temperatura, R es la constante del gas ideal, y n es el número de moles del gas.
Siguiendo esta ley, cuanto menor sea la temperatura, y dado que todo lo demás permanece constante, menor será la presión de las pelotas.
A nivel juego, esto va a provocar que en invierno la pelota bote menos, al tener menos presión, haciendo que el juego se haga más lento, y dificultando que la bola salga por tres, que nos traigamos la bola nuestro campo, etc.
Por el contrario, cuanto mayor sea la temperatura, como en verano, mayor será la presión de las pelotas, y por tanto más correrá y botará la pelota en la pista, haciendo más sencillo sacar la bola por tres o traérnosla.
Influencia del clima en las palas de pádel
Las palas de pádel están formadas en su núcleo por elementos elásticos (como lo es la goma foam), por lo que también variarán su comportamiento en función del clima, dilatándose y contrayéndose en función de una mayor o menor temperatura.
Sucede algo bastante muy similar a lo que sucede con las pelotas: cuando estamos en invierno la goma de la pala se endurecerá y perderá capacidad elástica, lo que hará que la pala tenga menos salida de bola desde fondo de pista, y un poco más de potencia en los remates.
Por el contrario, en verano la goma se ablandará más y se volverá más elástica, dándonos un tacto más blando, una mayor salida de bola de fondo de pista, y un poco menos de potencia en los remates.
La influencia del clima en las palas de pádel es tan grande, que muchos jugadores (especialmente los de nivel más avanzado) optan por tener palas diferentes en función de la época del año: en verano juegan con palas más duras, ya que estas palas se ablandarán un poco por la alta temperatura, y en invierno juegan con palas más blandas, las cuales se pondrán un poco más duras por la baja temperatura.
Influencia de la altitud en el pádel
La altitud en el pádel es otro factor geográfico que produce notables diferencias en el juego: no es lo mismo jugar en Valencia, a pleno nivel del mar, que jugar en Madrid, a 700 m de altitud.
La principal diferencia que vamos a encontrar entre jugar a mayor o menor altitud es la presión de las pelotas. Cuanta mayor sea la altitud a la que jugamos, más correrán y botarán las bolas, haciendo el juego mucho más rápido y facilitando el sacarla por tres o en traérnosla.
Por lo tanto, cuanto más a nivel del mar juguemos, sucederá lo contrario: las bolas no correrán ni botarán tanto, haciendo el juego mucho más lento y táctico, y dificultando el traernos la bola o sacarla por tres.
Esperamos haberos resuelto todas las dudas que podáis tener sobre la influencia del clima en el juego, y quedamos abiertos para resolveros cualquier duda que os surja.
